Mi confrontación con la docencia.

Entre la docencia y mi profesión.

Soy docente de profesión y de vocación. Desde que cursé la preparatoria opté por el Bachillerato de Sociales y Humanidades, porque siempre me han gustado las ciencias sociales, en ese momento me llamaba mucho la atención la psicología y la política, bueno, en realidad me aún encantan.

Como todos sabemos, en ese nivel se nos solicita un servicio social, mismo que llevé a cabo en el INEA, dando clases a cortadores de caña y sus familias, es decir esposas e hijos Cabe mencionar que a veces estas personas vienen de lugares muy apartados, tanto que algunos hablan dialectos.

Posteriormente inicie mi carrera en la docencia, al ingresar a la normal ; Como ya comenté ya tenía yo experiencia, pues cubrí el periodo completo en INEA, aunque ya había cubierto mi tiempo de servicio.

Sin embargo mi experiencia siguió creciendo gracias a que en la Normal en la que estudié, nos exigían la aplicación de la docencia,  practicábamos  como docentes observadores,docentes adjuntos y como docentes titulares. En el primer año practiqué en primarias, el segundo y tercer año en secundaria y el cuarto en bachillerato.

Gracias a Dios tuve la suerte de trabajar desde que egresé de la Normal, trabajé en dos primarias, en dos secundarias, en tres preparatorias, y una universidades, hasta que llegué al plantel donde ahora laboro, en el cual tengo siete años de haber ingresado.

Además hubo dos años en que impartí clases particulares en casa de mi padre,

Si que como podrán darse cuenta no es necesario decirles que pienso o siento de ser docente, porque lo que se lleva en el alma, se nota desde cualquier forma que se le mire.

Llevo en la sangre la docencia, me gusta mi profesión, tanto que cuando me comisionan a oficina, siento que estoy echando a perder mi tiempo, veo con tristeza que algunos compañeros ven la docencia como un medio para satisfacer las necesidades económicas sin importar realmente la labor de formar a seres humanos, capaces de valerse por sí mismos, en todos los aspectos.

Siento que aún con la crítica de nuestra educación estamos forjando a los pilares de la patria que últimamente estamos perdiendo sin darnos cuenta ni cómo ni por qué.

Como docente de Educación Media Superior tengo bastantes motivos de satisfacción, pues he visto que los jovenes a pesar de estar en una edad difícil por naturaleza, hasta los más rebeldes saben apreciar su rol como estudiantes, insisto en que todo depende del trato que uno les de; Eso no quiere decir que nos dejemos manejar por ellos, simplemente debemos ser asertivos, y lo demás se dará por sí solo como resultado de ese trato. En cierto modo uno debe ser tajante en su postura, pero flexible en la resolución de cualquier situación del alumno.

Finalmente termino diciéndoles con mucho orgullo que hasta los alumnos que han reprobado conmigo, me quieren, me buscan como amigos.